jueves, 30 de septiembre de 2010

WTF es un 555?

Descripción de las terminales del Temporizador 555
Pines del 555.
  • GND (normalmente la 1): es el polo negativo de la alimentación, generalmente tierra.
  • Disparo (normalmente la 2): Es en esta patilla, donde se establece el inicio del tiempo de retardo, si el 555 es configurado como monostable. Este proceso de disparo ocurre cuando este pin va por debajo del nivel de 1/3 del voltaje de alimentación. Este pulso debe ser de corta duración, pues si se mantiene bajo por mucho tiempo la salida se quedará en alto hasta que la entrada de disparo pase a alto otra vez.
  • Salida (normalmente la 3): Aquí veremos el resultado de la operación del temporizador, ya sea que esté conectado como monostable, astable u otro. Cuando la salida es alta, el voltaje será el voltaje de alimentación (Vcc) menos 1.7 Voltios. Esta salida se puede obligar a estar en casi 0 voltios con la ayuda de la patilla de reset (normalmente la 4).
  • Reset (normalmente la 4): Si se pone a un nivel por debajo de 0.7 Voltios, pone la patilla de salida a nivel bajo. Si por algún motivo esta patilla no se utiliza hay que conectarla a Vcc para evitar que el 555 se "resetee".
  • Control de voltaje (normalmente la 5): Cuando el temporizador se utiliza en el modo de controlador de voltaje, el voltaje en esta patilla puede variar casi desde Vcc (en la práctica como Vcc -1 voltio) hasta casi 0 V (aprox. 2 Voltios). Así es posible modificar los tiempos en que la salida está en alto o en bajo independiente del diseño (establecido por las resistencias y condensadores conectados externamente al 555). El voltaje aplicado a la patilla de control de voltaje puede variar entre un 45 y un 90 % de Vcc en la configuración monostable. Cuando se utiliza la configuración astable, el voltaje puede variar desde 1.7 voltios hasta Vcc. Modificando el voltaje en esta patilla en la configuración astable causará la frecuencia original del astable sea modulada en frecuencia (FM). Si esta patilla no se utiliza, se recomienda ponerle un condensador de 0.01μF para evitar las interferencias.
  • Umbral (normalmente la 6): Es una entrada a un comparador interno que tiene el 555 y se utiliza para poner la salida a nivel bajo.
  • Descarga (normalmente la 7): Utilizado para descargar con efectividad el condensador externo utilizado por el temporizador para su funcionamiento.
  • V+ (normalmente la 8): También llamado Vcc, alimentación, es el pin donde se conecta el voltaje de alimentación que va de 4.5 voltios hasta 18 voltios (máximo). Hay versiones militares de este integrado que llegan hasta 18 Voltios.

Adictos al sonido del corazon



Entre otros es un proyecto que retoma Dora Garica artista recien seleccionada para re´presentar el pabellon español en la bienal de venecia

categoria - net-art



Secretamente y sin que nadie se haya dado cuenta hasta ahora, una nueva moda se ha extendido entre nuestros jóvenes: el vicioso hábito de escuchar exclusivamente los latidos del propio corazón. Los que han dado en llamarse a sí mismos "Heartbeaters" (latedores, los que laten) sufren una percepción alterada de lo real, el mundo exterior reducido a un puro eco de sus propios espacios interiores. Esta percusión íntima influye en pensamientos y conductas, y es adictiva.

jueves, 23 de septiembre de 2010

EL SONIDO Y SUS CUALIDADES

Consulten las siguientes ligas para conocer más sobre el sonido, el sistema auditivo y la acústica. Además, anexé un test donde pondrán a prueba lo que comprendieron de su navegación.

El sonido y sus cualidades






Test: Repasa El Sonido y sus Parámetros









Test: Sobre Altura, Intensidad y Timbre

domingo, 5 de septiembre de 2010

Como elaborar un proyecto!

Aqui les dejo un link con un PDF que pueden guardar y revisar para tener una idea de como realizar un proyecto.
Hechenle un ojo, Espero que les sirva, no solamente para esta clase sino para cualquier proyecto!

Buen fin de semana.

darle clik aqui  
o copy and paste:
http://dali.artes.uaem.mx:8080/documentos/download/como_elaborar_proyecto_cultural.pdf

Chequen esta pagina

http://01sj.org/ 

martes, 31 de agosto de 2010

Conlon Nancarrow compositor para pianolas mecánicas

Revisemos a un autor que le apostó a la composición musical específícamente para ser interpretada por una máquina, un piano mecánico conocido como "pianola". Este instrumento funcionaba a través de rollos perforados que activaban el mecanismo del teclado del piano y así  automáticamente se producía la intepretación de canciones compuestas propiamente para el instrumentista humano no para la pianola. En cambio Nancarrow es un revisionista directo de Henry Cowell y las ideas forjadas por Marshall McLuhan en donde el primero propuso la polirritmia a través de riguras rítmicas complejas e interpretadas de forma simultánea y, propiamente McLuhan desarrolla toda una revisión epistemológica de los medios de comunicación así como de las máquinas semióticas a fin de abolir la automaticidad de su consumo, sino que el hombre moderno debía que rediseñar dichos artefactos e instituciones que los empleaban.




Leon Theremin


Leon Theremin Biografía

Inventor

Nombre de nacimiento: Lev Sergeivich Teremen
Leon Theremin era un ingeniero ruso que inventó el instrumento musical electrónico que lleva su nombre y su historia es tan extraña como la música lo produce. Después de experimentar con tubos de vacío de radio, desarrolló una máquina Theremin (1917-1920), cuyo tono y el volumen podría ser controlado por los movimientos de las manos del artista intérprete o ejecutante - sin tocar el instrumento. El instrumento se ha demostrado por Vladimir Lenin , quien quedó impresionado por lo que ordenó su producción en masa y pidió Theremin para darle lecciones. En 1927 Theremin emigró a los Estados Unidos, donde se patentó el "Thereminvox" (1928) y un contrato con RCA para comercializar y distribuir ellos. Durante los años 20 y 30 Theremin trabajado en Nueva York y se asocia con la alta sociedad, y su instrumento ganado la fama gracias en parte a los conciertos de música clásica de Clara Rockmore. En 1938 Theremin desaparecido misteriosamente de su apartamento de Nueva York, informa El viaje de Chihiro por un grupo de hombres en Rusia. A partir de la década de 1940 el Theremin se usó para bandas sonoras de películas, y en estos días es más comúnmente asociado con 1950 películas de ciencia ficción (y con la canción pop década de 1960 por The Beach Boys, "Good Vibrations"). El instrumento gozó de fama en los EE.UU. y el Reino Unido, pero el paradero de su inventor fue un misterio. Como resultado, había sido secuestrado por la policía secreta soviética, encarcelado durante siete años y luego se puso a trabajar para la inteligencia soviética. La historia de su vida y del desarrollo de sus instrumentos electrónicos fue contada en la película documental Theremin 1993: Una odisea electrónica.

-Extras (solo denle un clik en sobre las direcciones)



John Oswald "sound collage, mjusical montaje" Audio Piracy as a Compositional Prerogative

http://www.pfony.com/

visitenla !

NOticias en mexico Semana del sonido


¿Qué escuchamos en México?, ¿conocen la delgada línea entre el ruido y el sonido?

Estas y algunas otras interrogantes son la materia prima de la Semana del Sonido, encuentro que por primera ocasión se desarrolla en México y que tiene como objetivo sentar las bases de una verdadera educación sonora.

"La idea de esta Semana del Sonido es precisamente reflexionar sobre la importancia que tiene el sonido en todos los aspectos de nuestra vida y hacer conciencia con las personas de que generar una mejor escucha, genera una educación auditiva mayor", aseguró Álvaro Hegewish, director de la Fonoteca Nacional.

Considerado como parte esencial de la naturaleza, el sonido tiene diferentes variantes que a mayor volumen derivan en ruido, una de las constantes de las grandes ciudades es que fusiona todo, sin dejarnos conscientes de aquellos sonidos que nos rodean.

"Tenemos el problema de que nacemos y morimos e incluso podríamos pasar toda nuestra vida sin tomar conciencia de que traíamos oídos. ¿Por qué? porque el oído no tiene párpados, podemos cerrar los ojos, pero desgraciadamente no podemos cerrar los oídos", explicó Christian Hugonnet, presidente de la Semana del Sonido de Francia.

Estructurada con mesas de debate, conferencias, talleres, sesiones de escucha, exploraciones sonoras y conciertos, la Semana del Sonido se llevará a cabo hasta el 5 de septiembre.

Después se realizará un balance y se espera poder entablar comunicación con otras instancias vinculadas al desarrollo de la cultura sonora, tales como las instituciones de salud, educación y medio ambiente, ya que aseguran que al escuchar mejor se mejora la calidad de vida.

jueves, 26 de agosto de 2010

Intersecciones de la música y el arte sonoro

Un primer acercamiento al arte sonoro puede ser relacionado a la música como única disciplina estacionada en las bellas artes que ha trabajado con el sonido. Las posibilidades de la música son demasiadas pero limitadas a partir de los elementos que participan en ella, desde la misma interpretación con instrumentos y voces determinados por sus propias cualidades genéricas de uso; pero diversas músicas han intentado explorar más posibilidades sonoras interviniendo, ampliando y creando nuevos instrumentos u objetos sonoros. Con ello te invitamos a que revises los siguientes links que nos muestran dos textos que organizan algunas posibles intersecciones entre la música y el arte sonoro.

"La perpendicularidad entre el arte sonoro y la música" de Juan Reyes:


"El abatimiento de la experimentación musical (dos apuntes)" de Angel Sánchez Borges
http://artesonoro.net/artesonoroglobal/AngelSanchez.html

martes, 17 de agosto de 2010

La Música Concreta de Pierre Schaeffer

Si el artista italiano Luigi Russolo, perteneciente a la vanguardia futurista, colocó la primera piedra en la historia de la música electrónica al empezar a construir sus Intonarumori (que imitaban sonidos urbanos como el acelerar de un automóvil o los pasos de los obreros que salían de una fabrica) a partir de 1910, Pierre Schaeffer subirá otro peldaño al crear lo que conoceremos como música concreta, sin duda la mayor revolución sonora acontecida en Occidente desde el dodecafonismo y el desarrollo de la atonalidad promulgado por el músico vienes Arnold Schönberg o los propios aparatos de Russolo.

Nacido en la ciudad francesa de Nancy en 1910, Pierre Schaeffer era hijo de un violinista y una cantante. Ese entorno musical le llevará pronto a ingresar en el conservatorio de su ciudad para estudiar chelo. Pronto renunciará a esta formación como instrumentista para matricularse en electricidad y telecomunicaciones. Con sus estudios terminados, entrará a trabajar en la radio pública de París en 1936, lo que marcará el punto de partida de su andanza en el mundo de la electroacústica.

Obsesivamente atraído por las posibilidades del estudio de grabación y los elementos que lo integran iniciará una obra teórica centrada en la escucha y no tanto en el sonido.

Será en 1948 cuando Pierre Schaeffer inicio su estudio y catalogación de los sonidos alterados mediante la manipulación del disco y el fonógrafo, lo que precipitará el nacimiento de la música concreta. Con “Études de Bruits”, cinco trabajos donde Schaeffer conjuga distintas velocidades de reproducción, construye loops y crea distorsiones, delays, reverberaciones y otros efectos con la ayuda del medio reproductor comentado.


Pierre Schaeffer con la música concreta descubrirá el potencial creativo del estudio de grabación convirtiéndolo en un elemento determinante en el proceso compositivo y creativo. Nacerá así un género que no se pode entender sin la presencia de los dispositivos electrónicos, aunque no por naturaleza sistemática. Si los Intonarumori de Russolo eran unos emuladores sonoros de la realidad (industrial), los músicos concretos tomarán los sonidos directamente de la realidad gracias al desarrollo de la microfonía y las técnicas de grabación. Utilizando la cinta magnética como soporte y al mismo tiempo obra, el director graba sonidos concretos, es decir, sin marcar una directriz tonal o tímbrica trabaja con objetos sonoros ya existentes que graba, manipula y yuxtapone. El resultado es una obra que no puede ser interpretada, la música concreta solo se puede escuchar inalterable e infinitas veces sin que tenga la más mínima variación ya que la subjetividad de la interpretación humana queda erradicada pues solo depende de la eficacia y calidad del equipo reproductor.

Schaeffer es considerado el creador de la música concreta. Es autor del libro titulado Tratado de los Objetos Musicales, en donde expone toda su teoría sobre este tipo de música. Cuando en 1948  le dió el nombre de Concrète a la música que él había inventado, quería señalar que esta nueva música partía del material sonoro concreto (concret sonore), del sonido oído, buscando extraer de allí los valores musicales abstractos. Es decir, a la inversa de la música clásica, que parte de una concepción y una notación abstracta que llevan a una ejecución concreta. Schaeffer quería reaccionar así contra el "exceso de abstracción" de la época, pero él buscaba también "reconquistar" lo abstracto en la música. Reconquista que, para él, debía pasar obligatoriamente a través de un retorno a lo concreto.(Paráfrasis de Michel Chion (1983). Guide des Objets Sonores. Éditions Buchet/Chastel, e INA/GRM, Paris)

Junto a otro Pierre, de apellido Henry, Schaeffer formará un binomio interesante que cosechará algunas de las piezas paradigmáticas de la música concreta titulados “Symphonie Pour Un Homme Seul” (1595) y “Orpheé” (1953). Más tarde formarán un trío musical con Jacques Poullin, que entrará a trabajar en el primer estudio de música electroacústica de la historia (y que estaba financiado por la RTF). En 1955 contaban con un grabador de cintas de tres pistas, una máquina con diez cabezales lectores capaz de generar loops con eco (conocido con el nombre de morfófono), un lector de cinta con veinticuatro velocidades de reproducción y otros artefactos creados por Schaeffer y Henry que utilizarán posteriormente Boulez, Stockhausen, Varèse, Messiaen o Hoenegger.

http://www.lastfm.es/music/Pierre+Schaeffer
http://www.monografias.com/trabajos-pdf/objetos-musicales-analisis-imagen-sonido/objetos-musicales-analisis-imagen-sonido.pdf

jueves, 12 de agosto de 2010

Luigi Russolo


El arte de los ruidos. Manifiesto Futurista, 1913
 Querido Balilla Pratella, gran músico futurista,
En Roma, en el Teatro Costanzi lleno de gente, mientras con mis amigos futuristas Marinetti, Boccioni, Balla escuchaba la ejecución orquestal de tu arrolladora MÚSICA FUTURISTA, me vino a la mente un nuevo arte: el Arte de los Ruidos, lógica consecuencia de tus maravillosas innovaciones.
La vida antigua fue toda silencio. En el siglo diecinueve, con la invención de las máquinas, nació el Ruido. Hoy, el Ruido triunfa y domina soberano sobre la sensibilidad de los hombres. Durante muchos siglos, la vida se desarrolló en silencio o, a lo sumo, en sordina. Los ruidos más fuertes que interrumpían este silencio no eran ni intensos, ni prolongados, ni variados. Ya que, exceptuando los movimientos telúricos, los huracanes, las tempestades, los aludes y las cascadas, la naturaleza es silenciosa.
En esta escasez de ruidos, los primeros sonidos que el hombre pudo extraer de una caña perforada o de una cuerda tensa, asombraron como cosas nuevas y admirables. El sonido fue atribuido por los pueblos primitivos a los dioses, considerado sagrado y reservado a los sacerdotes, que se sirvieron de él para enriquecer el misterio de sus ritos. Nació así la concepción del sonido como cosa en sí, distinta e independiente de la vida, y la música resultó ser un mundo fantástico por encima de la realidad, un mundo inviolable y sagrado. Se comprende con facilidad que semejante concepción de la música estuviera necesariamente abocada a ralentizar el progreso, en comparación con las demás artes. Los mismos Griegos, con su teoría musical matemáticamente sistematizada por Pitágoras, y en base a la cual sólo se admitía el uso de pocos intervalos consonantes, limitaron mucho el campo de la música, haciendo casi imposible la armonía, que ignoraban.
La Edad Media, con las evoluciones y las modificaciones del sistema griego del tatracordo, con el canto gregoriano y con los cantos populares, enriqueció el arte musical, pero siguió considerando el sonido en su transcurso temporal, concepción restringida que duró varios siglos y que volvemos a encontrar ahora en las más complicadas polifonías de los contrapuntistas flamencos. No existía el acorde; el desarrollo de las diversas partes no estaba subordinado al acorde que dichas partes podían producir en su conjunto; la concepción, en fin, de estas partes era horizontal, no vertical. El deseo, la búsqueda y el gusto por la unión simultánea de los diferentes sonidos, o sea, por el acorde (sonido complejo) se manifestaron gradualmente, pasando del acorde perfecto asonante y con pocas disonancias a las complicadas y persistentes disonancias que caracterizan la música contemporánea.
El arte musical buscó y obtuvo en primer lugar la pureza y la dulzura del sonido, luego amalgamó sonidos diferentes, preocupándose sin embargo de acariciar el oído con suaves armonías. Hoy el arte musical, complicándose paulatinamente, persigue amalgamar los sonidos más disonantes, más extraños y más ásperos para el oído. Nos acercamos así cada vez más al sonido-ruido.
Esta evolución de la música es paralela al multiplicarse de las máquinas, que colaboran por todas partes con el hombre. No sólo en las atmósferas fragorosas de las grandes ciudades, sino también en el campo, que hasta ayer fue normalmente silencioso, la máquina ha creado hoy tal variedad y concurrencia de ruidos, que el sonido puro, en su exigüidad y monotonía, ha dejado de suscitar emoción.
Para excitar y exaltar nuestra sensibilidad, la música fue evolucionando hacia la más compleja polifonía y hacia una mayor variedad de timbres o coloridos instrumentales, buscando las más complicadas sucesiones de acordes disonantes y preparando vagamente la creación del RUIDO MUSICAL. Esta evolución hacia el "sonido ruido" no había sido posible hasta ahora. El oído de un hombre del dieciocho no hubiera podido soportar la intensidad inarmónica de ciertos acordes producidos por nuestras orquestas (triplicadas en el número de intérpretes respecto a las de entonces). En cambio, nuestro oído se complace con ellos, pues ya está educado por la vida moderna, tan pródiga en ruidos dispares. Sin embargo, nuestro oído no se da por satisfecho, y reclama emociones acústicas cada vez más amplias.
Por otra parte, el sonido musical está excesivamente limitado en la variedad cualitativa de los timbres. Las orquestas más complicadas se reducen a cuatro o cinco clases de instrumentos, diferentes en el timbre del sonido: instrumentos de cuerda con y sin arco, de viento (metales y maderas), de percusión. De tal manera que la música moderna se debate en este pequeño círculo, esforzándose en vano en crear nuevas variedades de timbres.
Hay que romper este círculo restringido de sonidos puros y conquistar la variedad infinita de los sonidos-ruidos.
Cualquiera reconocerá por lo demás que cada sonido lleva consigo una envoltura de sensaciones ya conocidas y gastadas, que predisponen al receptor al aburrimiento, a pesar del empeño de todos los músicos innovadores. Nosotros los futuristas hemos amado todos profundamente las armonías de los grandes maestros y hemos gozado con ellas. Beethoven y Wagner nos han trastornado los nervios y el corazón durante muchos años. Ahora estamos saciados de ellas y disfrutamos mucho más combinando idealmente los ruidos de tren, de motores de explosión, de carrozas y de muchedumbres vociferantes, que volviendo a escuchar, por ejemplo, la "Heróica" o la "Pastoral".
No podemos contemplar el enorme aparato de fuerzas que representa una orquesta moderna sin sentir la más profunda desilusión ante sus mezquinos resultados acústicos. ¿Conocéis acaso un espectáculo más ridículo que el de veinte hombres obstinados en redoblar el maullido de un violín? Naturalmente todo esto hará chillar a los melómanos y tal vez avivará la atmósfera adormecida de las salas de conciertos. Entremos juntos, como futuristas, en uno de estos hospitales de sonidos anémicos. El primer compás transmite enseguida a vuestro oído el tedio de lo ya escuchado y os hace paladear de antemano el tedio del siguiente compás. Saboreamos así, de compás en compás, dos o tres calidades de tedios genuinos sin dejar de esperar la sensación extraordinaria que nunca llega. Entre tanto, se produce una mezcla repugnante formada por la monotonía de las sensaciones y por la cretina conmoción religiosa de los receptores budísticamente ebrios de repetir por milésima vez su éxtasis más o menos esnob y aprendido. !Fuera! Salgamos, puesto que no podremos frenar por mucho tiempo en nosotros el deseo de crear al fin una nueva realidad musical, con una amplia distribución de bofetadas sonoras, saltando con los pies juntos sobre violines, pianos, contrabajos y órganos gemebundos. !Salgamos!
No se podrá objetar que el ruido es únicamente fuerte y desagradable para el oído. Me parece inútil enumerar todos los ruidos tenues y delicados, que provocan sensaciones acústicas placenteras.
Para convencerse de la sorprendente variedad de ruidos basta con pensar en el fragor del trueno, en los silbidos del viento, en el borboteo de una cascada, en el gorgoteo de un río, en el crepitar de las hojas, en el trote de un caballo que se aleja, en los sobresaltos vacilantes de un carro sobre el empedrado y en la respiración amplia, solemne y blanca de una ciudad nocturna; en todos los ruidos que emiten las fieras y los animales domésticos y en todos los que puede producir la boca del hombre sin hablar o cantar.
Atravesemos una gran capital moderna, con las orejas más atentas que los ojos, y disfrutaremos distinguiendo los reflujos de agua, de aire o de gas en los tubos metálicos, el rugido de los motores que bufan y pulsan con una animalidad indiscutible, el palpitar de las válvulas, el vaivén de los pistones, las estridencias de las sierras mecánicas, los saltos del tranvía sobre los raíles, el restallar de las fustas, el tremolar de los toldos y las banderas. Nos divertiremos orquestando idealmente juntos el estruendo de las persianas de las tiendas, las sacudidas de las puertas, el rumor y el pataleo de las multitudes, los diferentes bullicios de las estaciones, de las fraguas, de las hilanderías, de las tipografías, de las centrales eléctricas y de los ferrocarriles subterráneos.
Tampoco hay que olvidar los novísimos ruidos de la guerra moderna. Recientemente el poeta Marinetti, en una carta que me envió desde las trincheras de Adrianópolis, describía con admirables palabras en libertad la orquesta de una gran batalla:
 
"cada 5 segundos cañones de asedio destripar espacio con un acorde ZANG-TUMB-TUUUMB amotinamiento de 500 ecos para roerlo, desmenuzarlo, desparramarlo hasta el infinito. En el centro de esos ZANG-TUMB-TUUUMB despachurrados amplitud 50 kilómetros cuadrados saltar estallidos cortes puños baterías de tiro rápido Violencia ferocidad regularidad esta baja grave cadencia de los extraños artefactos agitadísimos agudos de la batalla Furia afán orejas ojos narices ¡abiertas! ¡Cuidado! ¡Adelante! qué alegría ver oír olfatear todo todo taratatatata de las metralletas chillar hasta quedarse sin aliento bajo muerdos bofetadas traak-traak latigazos pic-pac-pum-tumb extravagancias saltos altura 200 metros de la fusilería Abajo abajo al fondo de la orquesta metales desguazar bueyes búfalos punzones carros pluff plaff encabritarse los caballos flic flac zing zing sciaaack ilarí relinchos iiiiiii pisoteos redobles 3 batallones búlgaros en marcha croooc-craaac (lento) Sciumi Maritza o Karvavena ZANG-TUMB-TUUUMB toctoctoctoc (rapidísimo) croooc-craaac (lento) gritos de los oficiales romper como platos latón pan por aquí paak por allí BUUUM cing ciak (rápido) ciaciacia-cia-ciaak arriba abajo allá allá alrededor en lo alto cuidado sobre la cabeza ciaak ¡bonito! Llamas llamas llamas llamas llamas llamas presentación escénica de los fuertes allá abajo detrás de aquel humo Sciukri Pasciá comunica telefónicamente con 27 fortalezas en turco en alemán ¡aló! ¡¡Ibrakim!! ¡Rudolf! ¡aló! aló, actores papeles ecos sugerentes escenarios de humo selvas aplausos olor a heno fango estiércol ya no siento mis pies helados olor a salitre olor a podrido Tímpanos flautas clarines por todos los rincones bajo alto pájaros piar beatitud sombras cip-cip-cip brisa verde rebaños don-dan-don-din-beeeé Orquesta los locos apalean a los profesores de orquesta éstos apaleadísimos tocar tocar Grandes estruendos no borrar precisar recortándolos ruidos más pequeños diminutísimos escombros de ecos en el teatro amplitud 300 kilómetros cuadrados Ríos Maritza Tungia tumbados Montes Ródope firmes alturas palcos gallinero 2000 shrapnels brazos fuera explotar pañuelos blanquísimos llenos de oro srrrrrrrrr-TUMB-TUMB 2000 granadas lanzadas arrancar con estallidos cabelleras negrísimas ZANG-srrrrrrr-TUMB-ZANG-TUMB-TUUMB la orquesta de los ruidos de guerra inflarse bajo una nota de silencio sostenida en los altos cielos balón esférico dorado que supervisa los tiros,,.
Nosotros queremos entonar y regular armónica y rítmicamente estos variadísimos ruidos. Entonar los ruidos no quiere decir despojarlos de todos los movimientos y las vibraciones irregulares de tiempo y de intensidad, sino dar un grado o tono a la más fuerte y predominante de estas vibraciones. De hecho, el ruido se diferencia del sonido sólo en tanto que las vibraciones que lo producen son confusas e irregulares, tanto en el tiempo como en la intensidad. Cada ruido tiene un tono, a veces también un acorde que predomina en el conjunto de las vibraciones irregulares. De este característico tono predominante deriva ahora la posibilidad práctica de entonarlo, o sea, de dar a un determinado ruido no un único tono sino una cierta variedad de tonos, sin que pierda su característica, quiero decir, el timbre que lo distingue. Así, algunos ruidos obtenidos con un movimiento rotativo pueden ofrecer una completa escala cromática ascendente o descendente si se aumenta o disminuye la velocidad del movimiento.
Todas las manifestaciones de nuestra vida van acompañadas por el ruido. El ruido es por tanto familiar a nuestro oído, y tiene el poder de remitirnos inmediatamente a la vida misma. Mientras que el sonido, ajeno a la vida, siempre musical, cosa en sí, elemento ocasional no necesario, se ha transformado ya para nuestro oído en lo que representa para el ojo un rostro demasiado conocido, el ruido en cambio, al llegarnos confuso e irregular de la confusión irregular de la vida, nunca se nos revela enteramente y nos reserva innumerables sorpresas. Estamos pues seguros de que escogiendo, coordinando y dominando todos los ruidos, enriqueceremos a los hombres con una nueva voluptuosidad insospechada. Aunque la característica del ruido sea la de remitirnos brutalmente a la vida, el Arte de los ruidos no debe limitarse a una reproducción imitativa. Esta hallará su mayor facultad de emoción en el goce acústico en sí mismo, que la inspiración del artista sabrá extraer de los ruidos combinados.
He aquí las 6 familias de ruidos de la orquesta futurista que pronto llevaremos a la práctica, mecánicamente:
http://www.uclm.es/artesonoro/imagenes/RUIDOSDEROUSOO.jpg
En esta lista hemos incluido los más característicos de entre los ruidos fundamentales; los demás no son sino las asociaciones y las combinaciones de éstos.
Los movimientos rítmicos de un ruido son infinitos. Existe siempre, como para el tono, un ritmo predominante, pero en torno a éste, también se pueden percibir otros numerosos ritmos secundarios.
CONCLUSIONES:
1.- Los músicos futuristas deben ampliar y enriquecer cada vez más el campo de los sonidos. Esto responde a una necesidad de nuestra sensibilidad. De hecho, en los compositores geniales de hoy notamos una tendencia hacia las más complicadas disonancias. Al apartarse progresivamente del sonido puro, casi alcanzan el sonido-ruido. Esta necesidad y esta tendencia no podrán ser satisfechas sino añadiendo y sustituyendo los sonidos por los ruidos.
2.- Los músicos futuristas deben sustituir la limitada variedad de los timbres de los instrumentos que hoy posee la orquesta por la infinita variedad de los timbres de los ruidos, reproducidos con apropiados mecanismos.
3.- Es necesario que la sensibilidad del músico, liberándose del ritmo fácil y tradicional, encuentre en los ruidos el modo de ampliarse y de renovarse, ya que todo ruido ofrece la unión de los ritmos más diversos, además del ritmo predominante.
4.- Al tener cada ruido en sus vibraciones irregulares un tono general predominante, se obtendrá fácilmente en la construcción de los instrumentos que lo imitan una variedad suficientemente extensa de tonos, semitonos y cuartos de tono. Esta variedad de tonos no privará a cada ruido individual de las características de su timbre, sino que sólo ampliará su textura o extensión.
5.- Las dificultades prácticas para la construcción de estos instrumentos no son serias. Una vez hallado el principio mecánico que produce un ruido, se podrá modificar su tono partiendo de las propias leyes generales de la acústica. Se procederá por ejemplo con una disminución o un aumento de la velocidad si el instrumento tiene un movimiento rotativo, y con una variedad de tamaño o tensión de las partes sonoras, si el instrumento no tiene movimiento rotativo.
6.- No será a través de una sucesión de ruidos imitativos de la vida, sino que mediante una fantástica asociación de estos timbres variados, y de estos ritmos variados, la nueva orquesta obtendrá las más complejas y novedosas emociones sonoras. Por lo que cada instrumento deberá ofrecer la posibilidad de cambiar de tono, y habrá de tener una extensión mayor o menor.
7.- La variedad de ruidos es infinita. Si hoy, que poseemos quizá unas mil máquinas distintas, podemos diferenciar mil ruidos diversos, mañana, cuando se multipliquen las nuevas máquinas, podremos distinguir diez, veinte o treinta mil ruidos dispares, no para ser simplemente imitados, sino para combinarlos según nuestra fantasía.
8.- Invitamos por tanto a los jóvenes músicos geniales y audaces a observar con atención todos los ruidos, para comprender los múltiples ritmos que los componen, su tono principal y los tonos secundarios. Comparando luego los distintos timbres de los ruidos con los timbres de los sonidos, se convencerán de que los primeros son mucho más numerosos que los segundos. Esto nos proporcionará no sólo la comprensión, sino también el gusto y la pasión por los ruidos. Nuestra sensibilidad, multiplicada después de la conquista de los ojos futuristas, tendrá al fin oídos futuristas. Así, los motores y las máquinas de nuestras ciudades industriales podrán un día ser sabiamente entonados, con el fin de hacer de cada fábrica una embriagadora orquesta de ruidos.
Querido Pratella, yo someto a tu ingenio futurista estas constataciones mías, invitándote al debate. No soy músico de profesión: no tengo pues predilecciones acústicas, ni obras que defender. Soy un pintor futurista que proyecta fuera de sí, en un arte muy amado y estudiado, su voluntad de renovarlo todo. Y en consecuencia, más temerario de lo que pudiera llegar a serlo un músico profesional, como no me preocupa mi aparente incompetencia y estoy convencido de que la audacia tiene todos los derechos y todas las posibilidades, he podido intuir la gran renovación de la música mediante el Arte de los Ruidos.
MILÁN, 11 de marzo 1913.